De la teta al plato

Uno de los temas de los que la sociedad se cree experta por haber leído un par de artículos por internet, probablemente de páginas poco fiables, es LA NUTRICIÓN, una acción tan importante que determinará nuestra salud física y mental. Por eso siempre debemos buscar artículos extraídos de fuentes oficiales o leer artículos oficiales.

Empezamos a ingerir alimentos desde el primer día que nacemos, pero debemos ir adaptando la dieta con el paso del tiempo para adecuarla a las etapas de la vida. La infancia es la etapa en la que se produce mayor crecimiento físico y desarrollo psicomotor, esto significa que debemos proporcionar suficiente energía para que el niño mantenga sus funciones vitales y además le permita crecer y desarrollarse de forma adecuada.
Desde los 0 a los 6 meses los lactantes tienen cubiertas todas sus necesidades a través de la leche materna a demanda. En el caso en que la madre no pueda o no quiera optar por esta opción existen las fórmulas de leche para bebés, que cada día se van desarrollando para asemejarse lo más posible a la leche de la madre, incluso podemos encontrar algunas aptas para vegetarianos o flexitarianos.
Una vez alcanzados los 6 meses de edad, según las guías alimentarias, en este caso yo me he guiado por la Guia Catalana de Alimentación Infantil, han de introducirse los alimentos de forma progresiva. Os dejo una tabla sacada de esta misma guía para que tengáis una referencia.

Esta tabla solo sirve para tener en cuenta las fechas de introducción de los alimentos en la alimentación complementaria.

PERO... ¿CÓMO EMPEZAMOS?
Y es que en diversos estudios se está viendo un gran beneficio prospectivo de la salud de los niños que siguen el “Baby-Led Weaning” o traducido al español “Alimentación complementaria dirigida por el bebé”. Esta técnica de introducción de los alimentos se basa en cubrir las necesidades alimentarias del bebé a través de la estimulación sensorial, en donde el bebé sigue dirigiendo en qué momento ha de comer, como cuando está tomando el pecho, y al mismo tiempo va a permitirse explorar los alimentos no solo a través del sentido del gusto sino también con el tacto, olfato y visión.
Antes de empezar con la alimentación complementaria debemos tener en cuenta varios aspectos importantes:
- Que haya desaparecido el reflejo de extrusión
- Que el niño sea capaz de mantenerse erguido
- Que sea capaz de sostener los alimentos por él mismo.

¿POR QUÉ ESCOGER ESTE MÉTODO DE ALIMENTACIÓN PARA NUETRO BEBÉ?
Además de los beneficios en salud que se han visto sobre los niños que siguen esta alimentación, también van a:
-Estimulan el desarrollo psicomotriz- Fortalecen los músculos de la boca y mandíbula
- Refuerzas la autonomía del bebé
- Ayuda a crear menos aversión a las verduras
- Convierte el comer en algo divertido y relajado

- Motiva a mejorar los hábitos alimentarios de toda la familia
- Favorece un peso adecuado porque le permite controlar la sensación de saciedad
Hagamos un pequeño inciso en la saciedad del bebé, y es que es hasta los 12 meses cuando él aprenderá y consolidará este concepto asociándolo a la alimentación. Por ello debemos enseñarles que aquello que se toma en forma de bebida sirve para hidratarnos y aquello que se mastica o procesamos en la boca sirve para nutrirnos. En este caso
debemos tener mucho cuidado en la introducción de cereales solubles en el biberón, ya que proporcionarán una información errónea a nuestro bebé sobre la sensación de saciedad y la ingestión de alimentos. Si queremos darles cereales solubles la mejor forma sería con un plato y una cuchara.
Si te ha gustado esta pequeña introducción que hemos hecho sobre el BABY-LERN WEANING y quieres saber más no te pierdas los siguientes posts, hablaremos de cómo introducir los alimentos de forma adecuada según la edad, formas de cocción y presentación, como reducir riesgos y aspectos a tener en cuenta para no cometer errores.
Si tienes cualquier duda o pregunta no dudes en venir a la farmacia o coge cita con nuestra nutricionista Mar Tortosa.